Una vez contextualizada la situación política de las universidades se trata de comprender como estas transformaciones inciden en el comportamiento de los alumnos, así como el alumno se adapta al contexto que encuentra. En relación aesto destacan tres cuestiones:
- La aparición de principios de competencia -infundada- que tienen reflejo directo en la negación a la cesión de apuntes entre compañeros, la venta de los mismos y de exámenes con sus soluciones.
- Aumento de una visión pragmática y utilitarista del paso por la universidad. Lo importante, para los alumnos, es la obtención de un titulo que permita un acceso a determinados niveles laborales. A ello contribuye la desaparición del placer intelectual por el conocimiento en el contexto universitario; ahora, lo importante, es asimilar unos procedimientos y habilidades de cara al futuro laboral, es decir, saberse adaptar.
“La verdad es que desgraciadamente ocurre demasiadas veces, la universidad quizá está organizada de un modo que la parte del placer intelectual pierde peso, por muchos motivos, sea por su burocratización, por su propia mercantilización el interés en, en este momento las universidades necesitan firmar convenios con empresas para conseguir atraer financiación no tradicional, financiación privada, no sólo pública, esto probablemente condiciona que se enseña, como se enseña y que tipo de experiencias pedagógicas puede vivir uno en la universidad, los estudiantes son la gran esperanza blanca: en la medida que la gente quiera pedir y presione para pedir un tipo de enseñanza no solo instrumental, no solo un tipo de conocimiento que sea útil, y que quiera realmente enriquecerse personalmente, intelectualmente, crecer humanamente, entonces la universidad en este sentido está salvada. “
Xavier Bonal. Sociólgo (UAB). Entrevista.
- El tipo de relación pedagógica imperante en el aula entre estudiantes y profesores, fomenta la pasividad del estudiante. Asumiendo dócilmente la jerarquía vertical entre docente y dicente, el estudiante acepta sin cuestionar el contenido que se imparte en clase. Al contrario de lo que cabía esperar, a medida que se va ascendiendo por los niveles educativos (primaria, ESO, Bachillerato y Universidad) las formas democráticas van desapareciendo del aula. Si en primaria la relación entre docente y dicente era más igualitaria; en la universidad los canales de comunicación en el aula, entre ambos agentes, se han visto seriamente mermados (salvo raras excepciones). Cuestión extraña ya que el alumno podría aportar más; pues, se supone, que ha obtenido mayor conocimiento a medida que ha ido avanzando en su formación.
“Por ejemplo, Bergstein se preocupa mucho por la relación entre estructura social y pedagogía, la pedagogía no es el resultado de 4 personas que se han juntado en una habitación y han decidido cual es el mejor método pedagógico a través del cual enseñar, sino que como son las relaciones de poder en la sociedad luego se proyectan en la educación, es un relación muy explicita, en el caso de la universidad ocurre lo mismo, Bolonia intenta muchos cambios en este sentido pero cuesta mucho sobretodo romper la relación autoritaria, donde el autoritas y el poseedor del conocimiento es el profesor y donde la propia inseguridad del docente puede verse amenazada si socializa en exceso el conocimiento, o si abre demasiado la oportunidad a que los estudiantes participen de el, cuestiones de este tipo yo creo que son las que dificultan quizá una mayor democratización de la relación pedagógica, y creo que allí hay mucho terreno que recorrer, hay mucho que aprender sobretodo de los niveles más bajos del sistema educativo, donde las formas son mas democráticas ,por ejemplo cuando uno mira la educación infantil, la primara, la forma de docencia y la interacción entre el profesor y los alumnos es mucho más democrática, es mucho más igualitaria que a medida que uno sube en el sistema educativo, cuestión absurda porque cada vez el alumno teóricamente sabe más, y debería poder participar más de esa relación pedagógica, en cambio es a la inversa. Yo creo que fijarnos mucho en lo que se hace en las primeras etapas ayudaría mucho.”
Xavier Bonal. Sociólgo (UAB). Entrevista.